Chalet adosado en calle Velero

La casa cautiva desde el primer momento, ofreciendo amplios y luminosos espacios en sus cuatro plantas. Al ingresar, se encuentra un inmenso salón-comedor, una cocina con galería y un baño de cortesía, todo diseñado para la comodidad y el disfrute. Desde la cocina y el salón, el acceso a la terraza es fácil y directo, convirtiéndose en el lugar ideal para disfrutar del aire libre y pasar momentos inolvidables.

En la primera planta, hay cuatro acogedores dormitorios dobles que aseguran descanso y privacidad. La segunda planta alberga una habitación adicional y un baño, perfecto para invitados, ofreciendo esa independencia tan deseada o incluso como despacho. Desde esta estancia, las vistas al mar, la montaña y la piscina son inigualables, gracias a una maravillosa terraza en esquina.

El sótano es un refugio perfecto, donde se puede guardar una colección de vinos en la bodega y estacionar el coche en un garaje con cerramiento privativo, brindando seguridad y comodidad. La calidad de la propiedad es excepcional, con carpintería interior de madera maciza y herrajes dorados, además de armarios empotrados en cada dormitorio. La carpintería exterior destaca por sus persianas motorizadas de aluminio de alta calidad. El suelo, de parqué de pino Melis canadiense en los dormitorios, y las paredes acabadas con esmero aportan un toque de elegancia y confort.

La piscina comunitaria, exclusiva para solo ocho vecinos, representa un lujo accesible para pocos. Ubicada a tan solo 3 minutos a pie del mar, se sitúa en una zona tranquila que al mismo tiempo cuenta con servicios para todos. Además, se puede llegar al centro de la ciudad en apenas 30 minutos caminando, o disfrutar de un paseo en coche por la costa, sintiendo la brisa marina en cada momento.