Chalet en Gargasindi

Nuevo proyecto en una urbanización exclusiva en Calpe. Esta villa se sitúa en una parcela inclinada de 1079 m², beneficiándose de una excelente orientación sureste. La casa está diseñada en forma de L, maximizando así el espacio disponible en el terreno. Un ala incluye dos plantas, mientras que la otra se compone de una sola. Todas las estancias aprovechan la orientación sur o este, ofreciendo vistas espectaculares al mar y a un bosque mediterráneo.

La edificación se integra de tal manera en la pendiente que, desde el centro de la parcela, solo se perciben las dos alturas; desde el nivel más alto, parece una sola planta. Este diseño en forma de L abraza la parcela y crea un espacio abierto central que se fusiona con el paisaje circundante. La singularidad de esta ubicación radica en su cercanía a un entorno rústico, brindando la sensación de vivir en un bosque mediterráneo con vistas al mar desde una parcela urbana.

En el ala este de la planta baja se encuentra el corazón del hogar: una cocina con vistas al jardín y a la piscina, un comedor y un salón con chimenea, todo conectado al exterior mediante porches tradicionales mediterráneos cubiertos de cañizo. En el ala sur, se halla un amplio salón que se abre al exterior y también a un patio inglés, proporcionando una excepcional ventilación cruzada y un sentido de amplitud. Este espacio luminoso alberga un área multifuncional ideal para un salón de música, un gimnasio, yoga, sala de juegos o incluso un espacio personal conforme a los deseos del propietario.

Desde el amplio salón se accede a la suite principal, que se independiza del resto de las habitaciones en la planta superior. Este dormitorio presenta una distribución atractiva, con un vestidor y un baño conectados circularmente, sin necesidad de atravesar la zona de descanso. Sin embargo, lo más cautivador es el acceso privado desde esta suite a una terraza cubierta, de nuevo con porche mediterráneo y vistas al bosque y al mar. Imagine relajarse en una noche fresca con las ventanas abiertas, respirando los aromas de jazmín, romero y lavanda.

La conexión entre ambas alas de la planta baja está marcada por una escalera escultórica que conduce de manera escénica a la zona de descanso en la planta superior, que cuenta con dos dormitorios y tres baños. Estos espacios están unidos a un balcón corrido con vistas al mar y al emblemático Peñón de Ifach. Por último, hay una zona de estar que puede transformarse en un tercer dormitorio, con acceso a dos terrazas opuestas, permitiendo de nuevo la ventilación cruzada a través de la casa. La arquitectura de este hogar se define por su serenidad y sutileza, con volúmenes simples que dialogan armónicamente con el entorno.