Cuando se compra una vivienda de segunda mano, es necesario tener en cuenta los gastos adicionales e impuestos, que representan aproximadamente entre el 7,5% y el 8,5% del precio de compra. Hasta junio de 2019, los costos totales de procesamiento de documentos rondaban el 10%. Sin embargo, en la actualidad, dado que el banco asume una parte significativa de los gastos hipotecarios, esto reduce significativamente los costos para el comprador.